Día número uno.

Estoy tan aburrida que se me caen las letras, las agarro con el dedo chico del pie izquierdo, pero se caen igual.
No me aburro de inteligente, no me aburro de bacán, sólo me aburren.

Es que falta mucho tiempo.
Es que el tiempo no existe.

Es irónico nuestro enfoque,
estamos paralelos a nosotros mismos, y a todo.
Lo que sentimos es mentira, por eso soy honesta, y me aburro.

Me aburriría incluso lúcida, incluso dormida me aburriría.
Me aburro de llena, de vacía, y de enajenada.
Me aburro.

No quiero ver la tele, eso si que es fome,
la constancia es lo que más me aburre.
Me aburre pensar demasiado,
y ser estúpida, es lo mismo.

Entonces, ¿qué puedo hacer?, ¿a caso, aburrirme?
Entonces sonrío, y me aburro.

Sin recoger mi cuerpo, camino, y me aburro .