
El arte debe ser bonito.
Los poetas malditos.
Explico how i feel:
Hay un sitio en la cavidad donde se instala el cerebro que no conocemos, por lo tanto quizás no sea ahí precisamente.
Se cuenta a través de la historia del hombre que hay accidentes en la vida que provocan ciertas heridas, moretones o lo que sea, marcan.
Uno se enferma a veces, otras sólo llueve un poco, se nos moja desde el lagrimal del ojo hacia
abajo, generalmente hasta el mentón.
Salen sustancias húmedas y viscosas en la naríz, bastente molestas, que nos obligan a tener un papel higiénico o alguna toalla de ese tipo.
El humano necesita de estos momentos, sugieren algunos, para crecer -yo sigo bajita- o para poder afrontar nuevos problemas, los animales también han de llorar creo, para aprender a subir los valles o a cazar.
La gente superficial no existe. Es necesario a veces empezar a ver más, los prejuicios han de nacer en imbéciles, que no son superficiales, les falta cambiarse de casa e iniciar su vida en otro lugar quizás aprender mas idiomas.
"Cuando me llamó allá fui": ¡cómo puede ser?, ¿porqué estoy acá, en este pc, tengo 20 y me pierdo cada vez más?, no entiendo, y sigo sin hacerlo, cada vez que comienzo a salir algo me empuja.
Pienso en lo inútil de la mitad de las líneas de este escrito, imaginen la cantidad de letras estúpidas que hay en la Ilíada o en Madame Bovary (risas).
Como podría haber existido Pedro sin Charlie, y al revés?, Marisa Guzmán sin Eduardo Araya. Es tan lindo todo esto, aunque no sé como puedo existir si no hay un tal opuesto mejor y peor.
Caminar paciencia, caminar paciencia, caminar, bicicleta, años de juventud años, hasta que llegue el fin.
Tú que no me entiendes y me culpas cuando me esfuerzo tanto por hablar bien, cuando espero que las revoluciones de la ansiedad se aquieten en mí, por tí.
"Cuando el ojo brilló entendí": mentira.
"Cuando te encontre me perdí": siempre.
La imaginación suele ser concreta, es difícil generar una buena imagen de la tristeza. Pienso en
lo que me decías de la cultura, en lo majadero y desagradable que te volvías a ratos, pero fue la tarde de invierno por excelencia.
De perpleja a dispersa.
Vagabunda con ropas de saco, vagabunda sin estilo, te hecho de menos aún, ¿podís entender que
extraño tus brazos cuanto algo me huebea?
Algo me dice que queda menos, ya estamos cerca para ir a buscarte, creo que sales a las 10. A
mi también me gusta la noche, y no me acobarda la soledad.
Odio aprender, no hay errores.
Paren el mundo, ¡párenlo!.. saben que, no me importa, sigan, yo los alcanzo.