
Quiero dejar de ser yo la que quiere, y empezar a ser el conducto, nada más. Para eso comencé a mover un par de hilitos mágicos. Quiero escribir un libro y plantar un hijo, como dije una vez, para eso les receto lo siguiente:
http://www.youtube.com/watch?v=zR7EtxBsew4&feature=player_embedded#t=39
Y como, por otra parte, todas las hojas son del viento, me disculpo por no cumplir cometidos, y si pierdo: pierdo, y empiezo de nuevo.
Las locuras varias caben en fotos blanco y negro, y en el suelo; sábanas.
Esto es alegría, aunque no me gusten los sucedáneos, y harto menos los duraznos.
Para volver a escribir y citar lo que no me ha pasado en el último tiempo, les dejo mi correo en rojo y negrita, así te llamo, porque he tenido frío y ganas de caminar sin fumar, y aunque de repente digo que odio lo esotérico y suplico a la ciencia: oh ciencia, tu que vives y reinas por los siglos de los siglos, callate.
Y si te callas no existe, y así podemos empezar a cada segundo contante y excitante, donde no buscas ni hay nada, por que no hay peor que tirarse de espalda en el pasto, eterno, pensando que cada segundo es una oportunidad, y que cada oportunidad es un futuro, y que cada futuro está oculto en alguna hoja amarillenta, con los bordes quemados.
Maldita sea, que sea como sea.