Tu cadaver era exquisito

Te sacan sangre y cagai,
y ese hambre que deja, no se alimenta con música en formato mp3,
esos brazos que refuerzan, son como espinas que se clavan, -de ahí lo de la sangre-.

En esos momentos de muerto por fin te conozco,
porque como pocos, me das la espalda frente a frente,
me amarras con el fin; complejo, vestido siempre de negro.

Como anestesia te lamería las caderas,
te besaría los pechos,
te sentiría cuando entro.
Para dejarte:
Débil, comiéndote las uñas,
loca, escribiendo sin comas,
con calma atravesando el vaivén.

Así se que estamos acá.
Así puedo dejar de ver películas.
Así te dejo entrar.

Y el suelo como suelo del cielo nos abraza, se derrite en puntitos como sudor.

3 comentarios:

Rotrigo dijo...

oye caro espero que el terremoto no te haya afectao, saluditos

Constanza Marchant dijo...

Ya tú sabes lo que pienso del escrito.

Yo creo que es amol ahogado, no lo sé.

Saludos, espero verte pronto!

Constanza Marchant dijo...

Oye, anda el jueves poh. Por eso que después se pierden la info. No sea pajerita y vamos!

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